Cada día son más los casos de maltrato infantil en nuestra zona, como el caso registrado en días pasados de un pequeño de 8 años hambriento y esposado por su madre, alertando a las autoridades y centros contra el abuso a crear conciencia sobre el tema.
Es por ello que Casey Atwood, representante del Children’s Safety Center recalca algunos de los notorios y posible signos que un menor puede presentar cuando es maltratado.
“Moretones, o laceraciones en forma de algún instrumento, explicaciones diferentes del padre y del menor que no concuerdan, si el menor se ausenta de la escuela por un periodo de tiempo pudiera ser porque están esperando a curar heridas y no los envían a clases, otro signo es cuando llegan a clase con manga larga y pantalones en pleno verano”.
En Arkansas existen diversas leyes que protegen a los menores contra abuso físico. Entre estos resaltan los siguientes: es prohibido pegarle a un menor en la cara o cabeza, interferir con su respiración, amenazar con un arma mortal, tirar, pegarle, quemarlos, morderlos o cortar al menor.
Por su lado, las autoridades mencionan que reportar estos casos puede salvar la vida de los pequeños.
“Puedes salvar su vida, salvándose de trauma que les causara daño por el resto de su vida”.
Aunque para muchos pudiera sonar ilógico que un padre abuse física, mental o sexualmente a su propio hijo, Casey Atwood comenta sobre algunos de las posibles razones por la cual pudieran utilizar fuerza física contra ellos.
“Pudiera tratarse de alto nivel de estrés, problemas financieras, abuso de droga o violencia doméstica.”
El estado de Arkansas se asegura proveer un ambiente seguro para los menores, y los adultos son sostenidos responsables de sus acciones hacia los niños. Poner en riesgo la vida de un menor en primer grado es una felonía clase D con multa de 10 mil dólares y hasta 6 años tras las rejas.
Redactado por Andrea Guzmán
