Al menos 162 bebés menores de un año han muerto en incidentes relacionados con almohadas de lactancia desde 2007, según un análisis único en su tipo basado en cientos de registros públicos y datos federales internos.
Algunos de los bebés se desplomaron sobre las almohadas o se arquearon hacia atrás, contrayendo sus vías respiratorias.
Otros giraron sus rostros hacia la lujosa superficie, asfixiándose mientras sus padres dormían a unos metros de distancia.
Los funcionarios federales están preparados para proponer los primeros requisitos de seguridad para las almohadas de lactancia.
Un grupo respaldado por la industria está contraatacando, argumentando que la regulación gubernamental del producto ampliamente utilizado podría desalentar la lactancia materna.