Beber cualquier cantidad de alcohol aumenta el riesgo de demencia más adelante en la vida, según un nuevo estudio que desafía los hallazgos de investigaciones previas.
Algunas investigaciones han sugerido que el consumo ligero de alcohol, como menos de siete tragos a la semana, puede ser más neuroprotector que no tomar alcohol en absoluto.
En el nuevo estudio, publicado el martes en la revista BMJ Evidence-Based Medicine, los investigadores analizaron cómo ciertos genes relacionados con el alcohol podrían afectar la forma en que el consumo de licor afecta el cerebro.
Un riesgo genético más alto se asoció con un mayor riesgo de demencia, con un aumento lineal en el riesgo de demencia a medida que aumentaba el consumo de alcohol, según el estudio.
Además, una duplicación en el riesgo genético de dependencia del alcohol se asoció con un aumento de un 16 por ciento en el riesgo de demencia, según el estudio.
