Tom Brady, mariscal de campo de los Tampa Bay Buccaneers, negó que tuviera una mala relación con sus compañeros y aseguró que, si los regañó el domingo pasado durante la derrota ante Los Steelers, fue para motivarlos.
En un momento durante el duelo de la semana 6 en el que los Bucs cayeron por 20-18 ante Pittsburgh, las cámaras de televisión captaron a Brady gritando a los integrantes de su línea ofensiva, una acción que el pasador justificó.
El máximo ganador de super bowls en la NFL, con siete, subrayó que, como quarterback, parte de su labor es ser la primera voz cuando las cosas no funcionan.