En una medida nunca antes vista en Estados Unidos, el gobierno federal anunció que el departamento de guerra designará hasta 600 abogados militares para fungir como jueces temporales de inmigración, con el fin de atender el grave retraso en los procedimientos migratorios.
Esto tiene con los cabellos de punta a los abogados de inmigración y a los mismos inmigrantes en procesos en corte ya que según los expertos, la ley migratoria es muy compleja y esto daría pie a decisiones erróneas en muchos casos.