El rápido crecimiento económico y demográfico ha traído prosperidad, pero también desafíos significativos en el mercado de vivienda en el noroeste del estado.
Con precios que han aumentado un 260% en los últimos años y una oferta que no logra satisfacer la demanda, la región enfrenta una crisis de asequibilidad que afecta a familias, trabajadores y comunidades enteras.