Mientras el cierre del gobierno federal continúa, el Departamento de Servicios Humanos de Arkansas (DHS) anunció que más de 1,500 empleados serán suspendidos y que las oficinas del condado cerrarán en todo el estado a partir del 7 de noviembre.
La medida podría retrasar la entrega de beneficios para miles de familias que dependen de programas como SNAP y TANF, lo que ya está generando mayor presión sobre los bancos de alimentos y organizaciones comunitarias.
En el noroeste del estado, varios centros y despensas de alimentos reportan un aumento en la demanda y dificultad para mantener los estantes abastecidos.
Organizaciones locales trabajan contrarreloj para atender las necesidades de quienes enfrentan inseguridad alimentaria y falta de recursos básicos.
El DHS pidió a los beneficiarios prepararse ante posibles interrupciones y exhortó a la comunidad a donar o ser voluntarios en bancos de alimentos locales a través del sitio helparkansas.com.








