El uso desmedido y sin control de la tecnología en los niños puede generar problemas de salud, desórdenes en el sueño, irritabilidad, bajo rendimiento académico, aislamiento y depresión, y esto se refleja en los tiempos que permanecen conectados, el comportamiento que asumen con sus padres y mayores, o el desinterés frente a otras actividades y tareas cotidianas. Así lo explica la sicóloga Elisa Dueñas en Little Rock.
La Academia Estadounidense de Pediatría, en su documento ‘Los niños, los adolescentes y los medios de t, reveló contundentes estadísticas en relación con el tiempo que los niños se sumergen en la tecnología: un niño entre los 8 y 10 años pasa cerca de 8 horas diarias frente a un dispositivo electrónico, y ese tiempo puede ascender a 11 horas por día en niños mayores y adolescentes.
Como dice la sicóloga Dueñas nunca es tarde para poner un alto y retroceder en los limites dentro de la familia. Hay muchas maneras para proteger a nuestros hijos y, asimismo, es necesario tener conversaciones claras con ellos sobre lo bueno y lo malo de la tecnología, entre ellas esta Limitar el tiempo de exposición a la tecnología en la casa, Establezcan tiempos definidos en la semana para el uso de la pantalla, poder monitorear los contenidos que vean sus hijos entre otras herramientas.
La realidad es que la actividad física, los deportes, los juegos grupales y al aire libre fueron reemplazados por la comodidad de tener a los niños sentados y quietos en el mismo lugar. Nota por Rolando Ochoa Jr.
