Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, los habitantes de Arkansas han tenido que ajustar sus vidas para mantenerse a salvo. Estos cambios se extienden a los lugares de culto, donde muchos se reúnen en grandes cantidades para celebrar sus creencias.
Los condados de Craighead, Pope, Benton y Washington informaron más de 150 casos de personas que habían asistido a un servicio de adoración.
Las nuevas pautas dicen que todos los asistentes deben usar máscaras en todo momento, excepto aquellos que estén médicamente exentos, especialmente mientras cantan. Los feligreses también deben permanecer separados por 6 pies, tanto en interiores como en exteriores.
«La cantidad de casos que hemos visto en Arkansas que provienen de lugares de culto ha aumentado», dijo Hutchinson en una conferencia de prensa. «Cuando tienes una congregación de personas, existe un riesgo asociado a ello; la gran mayoría de los lugares de culto están tomando precauciones, pero existe ese riesgo».
Según el doctor Joel del Departamento de salud el canto congregacional sin cubrebocas es la principal fuente de brotes en las iglesias, incluso cuando los miembros están socialmente distanciados.
Para el pastor Alcacio, el contagio viene de actividades realizadas fuera de la iglesia. Ante esto el pastor urge a la comunidad a tomar el debido cuidado que la pandemia requiere.
