Aún en tiempos devastadores, una iglesia en Jacksonville sigue con sus servicios dominicales a pesar de que su propia iglesia quedó destruida por el paso del tornado.
Sacudidos pero no destruidos.
Ese fue el espíritu de fuerza y fé de la congregación de la Iglesia de Dios en Cristo del Nuevo Mandamiento en Jacksonville.
La congregación alabó a Dios el domingo afuera de su iglesia que fue destruida por un tornado el pasado 31 de marzo.
«Es tan alucinante… primero muestra la misericordia de Dios y luego esto muestra el poder de Dios, porque nada sucede sin que él lo permita», dijo el pastor Eddie Miller.
El pasado 5 de marzo la congregación realizó un acto de quema de hipoteca celebrando el pago del préstamo con el que la iglesia fue comprada y el 31 de marzo no quedó nada en pie.
Pero esto no desanima a la congregación que fervientemente buscaron la presencia de Dios a través de un servicio muy especial.
La congregación también tuvo varios invitados primerizos.
El alcalde de Jacksonville, Jeff Elmore, que solo ha estado en el cargo durante tres meses, incluso se detuvo y elogió a la congregación por su resistencia.
Efectivamente, el servicio comenzó a las 11:00 de la mañana sin hora prevista de finalización.
La iglesia tenía una misión en mente: Devolver la esperanza a la comunidad y la esperanza es que reconstruirán muy pronto lo que el tornado destruyó a su paso.
