A primeras horas del lunes, 1 de mayo, las autoridades del condado de Okmulgee, en Oklahoma, emitieron un aviso de persona desaparecida para localizar a Ivy Webster, de 14 años, y Brittany Brewer, de 16 años.
El cartel de búsqueda señalaba que a las dos adolescentes se les había visto viajando junto a Jesse McFadden, quien estaba fichado en el registro de agresores sexuales del estado.
Pero de pronto todo dio un giro inesperado ya que las autoridades en la búsqueda de las menores descubrieron en una propiedad rural de Oklahoma los cuerpos de siete personas, incluidos los supuestos restos de Ivy y Brittany y el del convicto McFadden.
Los cadáveres fueron descubiertos cerca de la localidad de Henryetta, un poblado de unos 6 mil habitantes ubicado a unas 90 millas al este de Oklahoma City, aún queda que el forense estatal confirme la identidad de las víctimas.
