Estados Unidos ha intensificado sus esfuerzos para presionar a Maduro, a quien acusa de ser uno de los mayores narcotraficantes del mundo.
Desde 2020, Maduro enfrenta cargos en estados unidos por narco-terrorismo y conspiración para importar cocaína, relacionados con su presunta conexión con el cártel de los soles, una red de narcotráfico que, según el departamento de justicia, ha enviado toneladas de cocaína con fentanilo a Estados Unidos en colaboración con grupos como el Tren de Aragua y el cártel de Sinaloa.
El 7 de agosto de 2025, la fiscal general de EE. UU., Pam Bondi, anunció que la recompensa por información que lleve al arresto del presidente de Venezuela, se duplicó de 25 a 50 millones de dólares, calificándolo como una amenaza a la seguridad nacional.
Además, el departamento de justicia ha confiscado más de 700 millones de dólares en activos ligados a Maduro, incluyendo jets privados, y 30 toneladas de cocaína, de las cuales 7 se le atribuyen directamente.
