De acuerdo a un estudio realizado en el 2014, Estados Unidos tira más de 38 millones de toneladas de alimentos cada año…estimando que cada día se pudiera llenar un estadio con esta cantidad de comida desperdiciada.
No solo es malo para el medio ambiente, pero también muy caro, ya que son $165 billones por año los que bastimente se tiran a la basura.
Es por ello que a través de un programa piloto de la ciudad de Fayetteville, buscan poder eliminar el 40$ de estos residuos en la comunidad para el 2027; la buena noticia: las sobras de la comida se pueden usar para crear abono orgánico para huertos.
“Puedes hacer compostaje en tu patio y con nuestro programa. Tenemos la oportunidad de separar esos desperdicios orgánicos a través del compostaje”.
Este año Fayetteville se une a la celebración de la semana internacional de concienciación sobre el abono orgánico, con el cual pretender educar al público sobre los beneficios de utilizar abono para crecer plantas más saludables, reducir el uso de fertilizantes y pesticidas, mejorar la calidad del agua y proteger el medio ambiente.
“Es una buena oportunidad de poder realizar eventos para educar a la comunidad sobre el compostaje y sus beneficios”.
Pugh comenta que son varios los beneficios tanto para el medio ambiente como para los residentes de la ciudad el poder contar con un proceso de fertilización de abono orgánico de desperdicios de comida, disminuyendo así el porcentaje de desperdicio de alimentos.
“El primer beneficio es el desvío de desperdicios de los vertederos. Cuando depositas restos de comida llega a los vertederos, por la manera en que están construidos, se degrada por la ausencia de oxigeno, produciendo gas metano. El gas metano es uno de esos gases que es malísimo para el medio ambiente. Queremos mantener materiales orgánicos fuera de los entierros de residuos de la ciudad y compostarlo, ya que al hacer esto lo estas devuelviendo a la tierra, alimentando las plantas, nutriéndolas y ayudando a la pachamama”.
Como parte del programa de reducción de desperdicios alimentarios, el departamento de reciclaje de la ciudad junta restos o sobras de comida orgánica, como vegetales, frutas, huevos, productos lácteos, comida procesada, carnes cocidas, entre otras.
“Recogemos sobras de comida de la Universidad de Arkansas, y de tres escuelas locales de Fayetteville, esperamos poder agrandar nuestro programa a nivel regional”.
Al finalizar el proceso de reciclaje, los residentes de Fayetteville pueden adquirir abono orgánico a un precio muy bajo, así beneficiando al medio ambiente.
Redactado por Andrea Guzmán
