En un tercer día de protestas un grupo de Dreamers visitó la oficina del senador en Springdale en busqueda de respuestas a previas peticiones además de exigir apoyo por parte del senador para una Dream Act limpio. Sin embargo, empleadas de dicha oficina aseguraron no poder dar declaraciones o respuestan en nombre del senador y afirmaron no han podido entregar previas solicitudes.
“Si ellas no actúan, uno va a actuar. Tal vez si ellas no hacen nada, uno va a seguir actuando. Hay personas que han ido hasta D.C a tomar esa acción entonces de que uno no quiera hacer nada estamos aquí estamos aquí siguiendo adelante, no importa lo que pase, tenemos fé, tenemos mucha esperanza que va a pasar algo bueno,” destacó Barbara Rosso, activista.
Con los animos caldeados, los dreamers aseguraron continuar ejerciendo presion para que sus voces sean escuchadas y el congreso de estados unidos considere una Dream Act limpio.