Con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, las reuniones familiares, con amistades y compañeros de trabajo son la orden del día.
Fechas en las que se promueve la armonía, el perdón y la felicidad.
Pero son días en los que también muchas mujeres sufren en carne propia la agresión física, verbal o psicológica de quien se supone sea la persona amada.
Una lacra social que, según algunos, se incrementa notablemente en la época de navidad y año nuevo, fechas en la que se supone haya alegría, paz y amor.
La mayoría de las veces, bajo los influjos del alcohol.
Y es que, al parecer, se le pone tanta energía a las celebraciones que, en familias disfuncionales o con relaciones inestables, cualquier cosa puede provocar una explosión.
Pero cómo se debe abordar esta problemática y dejar de ser una víctima más de los agresores.
Una experta en la materia nos explica.
La violencia doméstica no es asunto privado; es un delito grave y una inquietante cuestión de salud pública que podría conllevar maltrato físico, sexual, psicológico o emocional de una actual o previa pareja íntima por la otra.
Usted puede ser víctima de la violencia doméstica independientemente de su edad, ascendencia racial o cultural, nivel de formación educativa, posición económica o creencias religiosas.
No es fácil reconocer o admitir que estás en una relación abusiva, pero hay ayuda disponible.
Recuerda, nadie merece que lo maltraten.
En caso de emergencia, llama al 911 o a la agencia de policía más cercana.